Era una noticia que podía producirse en cualquier momento aunque las circunstancias invitaban al optimismo y el propio jugador había anunciado al club hace algunas semanas su intención de quedarse hasta el final de la temporada. Sin embargo, la enfermedad de la abuela de su pareja en Australia ha precipitado los acontecimientos y Agustín Alejos ya está camino de Brisbane tras haber cogido este mismo lunes un avión en Peinador. El jugador vigués disputó el pasado sábado ante el Fundosa el último encuentro con el equipo en el que se inició en el baloncesto en silla de ruedas y con el que logró dos subcampeonatos de la Copa Willi Brinkmann y ahora empieza una nueva etapa en su vida, en la que el deporte pasará a un segundo plano. Alejos se marcha con la “satisfacción de haber ayudado al club a conseguir los objetivos que se había marcado. Primero, la permanencia una temporada más en la División de Honor y clasificarnos para jugar la Fase por el Título. Y luego, como premio añadido, el billete para jugar la Copa del Rey en Málaga. Me queda un poco de pena por no poder estar en esta recta final de la temporada y, sobre todo, por no disputar el torneo del K.O. pero las circunstancias me han obligado a tomar esta decisión. Creo que es importante estar al lado de mi pareja en estos momentos. Sentía que así debía ser y por eso decidí marcharme a pesar de no tener todavía el permiso de residencia”.
“Estoy muy agradecido al Amfiv, a todos sus jugadores, al cuerpo técnico, al presidente y a los amigos del club, por darme la oportunidad de meterme en este mundo que me ha abierto muchas puertas. Les deseo la mejor de la fortuna en lo que queda de temporada, en la Copa del Rey y en el futuro porque se lo merecen”, se despide Agustín Alejos, quien insiste en que “mi idea es establecerme en Australia y quedarme a vivir allí. Mi novia –la jugadora de baloncesto en silla de ruedas Shelley Cronau- es australiana y yo voy a intentar encontrar un trabajo. Inicio una nueva etapa en mi vida en la que el deporte pasará a un segundo plano”.
Para ello tendrá que solucionar los problemas que aún tiene con el visado de residencia y que permitieron que disputase estos meses la División de Honor con el conjunto vigués. “Es un tema que todavía no está solucionado y por lo que, en principio, iba a quedarme todavía aquí. Ahora voy con un visado de turista e intentaré conseguir allí el permiso de residencia definitivo. Llevo ya tiempo con los trámites y espero solventar todo pronto”, resalta Alejos, que no tiene pensado volver en un futuro cercano a Europa. “En los próximos años no creo pero más adelante, cuando ya esté plenamente establecido y con mi vida organizada en Australia, puede que vuelva. Ya se verá”, señala.
Desde el club presidido por Pablo Beiro comprenden perfectamente la decisión adoptada por el jugador vigués y agradecen profundamente la franqueza mostrada en todo momento por Agustín Alejos. “Desde el primer día sabíamos que esto podía suceder. Cuando a final del pasado verano se abrió esta posibilidad, Agustín nos dejó claro que se comprometía a quedarse hasta el final de la primera fase y que después, cuando consiguiese el visado de residencia, se marcharía. La pena es que nos habíamos hecho ilusiones porque todavía no lo había logrado y él mismo nos había comentado que, como ya sólo quedaban dos meses de competición, posiblemente se quedaría hasta final de la temporada. Sin embargo, entendemos y respetamos que quiera estar al lado de Shelley en estos momentos y sólo nos queda darle las gracias una vez más por habernos ayudado durante este tiempo y desearle lo mejor en esta nueva aventura que emprende en su vida porque se lo merece. No hace falta decirle que cuando quiera regresar lo esperamos con los brazos abiertos porque Agustín sabe perfectamente que ésta es su casa”, destaca el director deportivo del Amfiv, José Antonio Beiro.
Por su parte, César Iglesias, técnico del equipo vigués, subraya que “la marcha de Agustín Alejos va a ser una baja vital para nuestro futuro, que obligará a otros jugadores que estaban teniendo menos protagonismo a asumirlo. Nosotros sólo podemos agradecerle su trabajo y el compromiso mostrado con el equipo. Le deseamos lo mejor en su futuro y sabe que tiene las puertas abiertas para regresar cuando quiera”.
